Manuel Rodríguez Fernández fue el primer director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) de la Universidad Politécnica de Madrid. Ejerció dicho cargo de 2014 a 2015. Su designación se produjo tras un proceso electoral fallido, en el que el único candidato no obtuvo el respaldo suficiente para resultar electo y, según lo previsto en la legislación de la UPM, el máximo responsable del centro debe ser elegido por acuerdo del Consejo de Gobierno. Así, el 27 de noviembre de 2014, el Consejo de Gobierno de la UPM designaba por unanimidad como director en funciones de la ETSI Aeronáutica y del Espacio a Manuel Rodríguez, por un período máximo de un año.
Manuel Rodríguez Fernández es Ingeniero Aeronáutico desde 1972 por la Universidad Politécnica de Madrid y Doctor Ingeniero Aeronáutico por esta misma universidad desde 1977.
El profesor Rodríguez Fernández se ha dedicado a la docencia universitaria desde 1972 en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos de la UPM, primero como profesor Encargado del Curso de Mecánica de Fluidos (1972-1973) y como profesor Ayudante (de 1973 a 1978), después en 1986 como Profesor Titular y desde 1991 como Catedrático de Universidad. Toda su carrera docente ha estado ligada al área de Mecánica de Fluidos y fue el director del departamento de Motopropulsión y Termofluidodinámica de 1983 a 1986.
Su actividad investigadora comienza poco después de finalizar sus estudios universitarios, con trabajos de control térmico de satélites para la Agencia Espacial Europea. En 1975, desarrolla investigación en problemas fluidodinámicos en los procesos implosivos para obtener la fusión nuclear por confinamiento inercial para la Junta de Energía Nuclear.
Desde 1986, compatibiliza su actividad docente en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos (ETSIA) de la UPM con su trabajo en la empresa SENER, Ingeniería y Sistemas. Allí dirige un grupo de personas encargadas del cálculo y diseño estructural de aviones, así como del estudio de problemas fluidodinámicos.
Entre sus proyectos más destacados en ese ámbito se encuentran: la dirección del grupo de diseño fluidodinámico de la tobera convergente-divergente del avión de combate europeo Eurofighter; el diseño fluidodinámico de una tobera convergente divergente de área variable y con vectorización de empuje en cualquier dirección, y el desarrollo de un programa de cálculo para estudiar los fenómenos de compresibilidad de líquidos en tubos (Golpe de Ariete).
También ha participado en el diseño de cuatro módulos de combustión para operar en microgravedad, que han sido lanzados en cohetes TEXUS desde Kiruna en 1996,1998, 2001 y 2006, y ha formado parte del grupo A5 ECB SYCOMORE INTEGRATED TEAM, realizando trabajos de versatilidad para el cohete Ariane5. En el campo espacial además ha trabajado en el proyecto EXPERT de la ESA para determinar los coeficientes aerodinámicos en régimen hipersónico, supersónico y transónico, de un vehículo de reentrada.
Otra de sus áreas de actuación ha sido la aerodinámica aplicada a trenes de alta velocidad. A consecuencia de esos estudios se han desarrollado programas de cálculo que permiten determinar las sobrepresiones generadas por trenes de alta velocidad cuando transitan por el interior de túneles. Como investigador principal del proyecto AURÍGIDAS, que estudia el movimiento del balasto generado por los trenes de alta velocidad, ha patentado una traviesa, (denominada Aerotraviesa) que permite reducir el número de impactos del balasto en los bajos del tren.
Ha publicado más de 80 artículos en revistas nacionales e internacionales y en 2008 recibió el premio de Innovación Tecnológica de SENER por el proyecto “Estudio y simulación de los efectos aerodinámicos con influencia en la explotación de las líneas de alta velocidad ferroviaria”, un reconocimiento a contribuciones innovadoras y mejoras tecnológicas.