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Dédalo lleva a Federico García Lorca y a Arthur Miller al Festival de Teatro de la UPM

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El grupo de teatro de la ETSI Aeronáutica y del Espacio representará “La casa de Bernarda Alba” y “Todos eran mis hijos” en la trigésimo segunda edición del Festival de Teatro UPM.

Fieles a su cita con el festival, el grupo de teatro Dédalo, formado por estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), se prepara para subir a los escenarios un año más.

Para esta edición, han elegido dos obras de dos reconocidos dramaturgos. En primer lugar, representarán “La casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca. Un clásico, que ellos consideran vigente actualmente. “Para mí, el teatro de Lorca es atemporal y los temas de sus obras siguen estando a la orden del día. Además, siendo una obra que se ha representado en numerosas ocasiones, nos suponía un reto hacer algo diferente a lo que ya se había hecho”, explica Pedro González, el director de la obra.

De hecho, no es la primera vez que Dédalo lleva a Lorca a las tablas en este festival. Sin ir más lejos, el año pasado representaron “Doña Rosita la Soltera o El Lenguaje de las Flores”, con gran éxito. “Creo que Lorca era un adelantado a su tiempo y tuvo valor para denunciar y criticar ciertos temas que siguen siendo importantes actualmente. Sus obras, aparte de maravillosas, siempre suponen un gran reto tanto para dirección como para el elenco y en ese reto encontramos el crecimiento como artistas”, insiste Pedro.

La obra se divide en tres actos que narran los acontecimientos en la casa de Bernarda Alba tras la muerte de su segundo esposo. Bernarda, una mujer autoritaria, decide imponer a sus cinco hijas un luto de ocho años, confinándolas en la casa y alejándolas del mundo exterior. Esta rigidez genera que las pasiones reprimidas, el deseo de libertad y la propia convivencia se conviertan en un núcleo de tensión amenazando con desbordarse. Finalmente, una revelación dentro de la casa provoca un suceso inesperado que marca el destino de todos los personajes. Con esta obra Dédalo quiere “reflexionar acerca del avance de la sociedad y en especial sobre la lucha de las mujeres”.

“La Casa de Bernarda Alba” se representará en el Salón de Actos de ETSIAE los días 23, 24 y 25 de abril a las 19:00 horas. Las entradas pueden adquirirse a través de este enlace. Desde Dédalo prometen sorpresas y un gran espectáculo: “No os podéis perder nuestras funciones porque este año en Dédalo apostamos por un montaje muy diferente a lo que se viene haciendo anteriormente y os va a sorprender”.

La segunda propuesta de Dédalo es “Todos eran mis hijos”, de Arthur Miller. María Merino, que la dirige, reconoce que la elección ha sido motivada por “la necesidad de reflexionar sobre el creciente belicismo internacional y la aparente impunidad de la violencia”.

La culpa, la responsabilidad y las relaciones familiares son ejes centrales de una obra que pone en tela de juicio la moral y los valores humanos ante situaciones críticas: Joe Keller ha logrado salir airoso de la amenaza del descrédito. Aquel trágico accidente ocurrido en los embates de la Segunda Guerra Mundial parece haber quedado atrás. Sin embargo, los fantasmas llaman a su puerta el día que Chris, uno de sus dos hijos, planea oficializar su compromiso con la prometida de su desaparecido hermano Larry.

Como explica María Merino, “esta es una obra increíblemente humana y universal. Trata, en primer lugar, sobre el sinsentido de la guerra y su poder destructor, capaz de romper hasta lazos familiares. Desgraciadamente, el conflicto armado entre pueblos y naciones vecinas no deja de estar vigente. Pero, más allá de esto, la obra nos puede interpelar directamente, porque nos confronta con nuestra responsabilidad individual frente a esos acontecimientos cuyas causas, en principio, creemos ajenas. Con nuestra obra queremos preguntarnos qué papel jugamos nosotros en el devenir de la historia y en qué medida nuestras acciones pueden causar sufrimiento a otros.

“Todos eran mis hijos” se representará en el Salón de Actos del Rectorado (edificio A) los días 7, 8 y 9 de mayo a las 19:00 horas.  Las entradas ya están a la venta en la plataforma vivetix.com y desde Dédalo animan a llenar el patio de butacas: “Tenemos algo que decir y es algo importante. Os emocionaréis y sufriréis, pues se trata de una auténtica tragedia al estilo de los clásicos, pero en un contexto actual. Es una obra que, ante todo, es hermosa”.

Un festival emocionante
El XXXII Festival de Teatro de la UPM, a lo largo de dos meses, acoge 15 obras que presentan y representan 10 grupos de teatro procedentes de las diferentes escuelas. Un jurado, compuesto por profesionales del mundo del teatro concederá un total de 10 premios que se fallarán en torno al mes de junio y que distinguirán la mejor obra, la mejor dirección, los mejores intérpretes principales y de reparto; así como la escenografía, el vestuario y guion original más destacados. Por último, se concederá un premio especial del jurado.

Dédalo ha sido premiado en las últimas ediciones del festival. En 2024, obtuvieron los premios “Mejor obra no musical”, por “Doña Rosita la Soltera o el lenguaje de las flores” y “Mejor actriz principal”, que recayó en Carmen María Martínez Cobo, por su papel como Doña Rosita. En 2023, su obra, “Intimidad”, fue reconocida como “Mejor propuesta dramática y Almudena Sepúlveda fue galardonada como “Mejor actriz de reparto”, por encarnar a Luisa en “Al final de la cuerda”. Finalmente, en el certamen de 2019, lograron un triplete: “Un marido de ida y vuelta” fue elegida como la “Mejor Obra” del festival y Javier Muñoz y Sonia López, fueron destacados como mejor actor y actriz principales por su interpretación en la obra “Los odiosos ocho”.

A pesar de todos esos premios, la meta de Dédalo no son los galardones. Sobre su participación en esta nueva edición del festival, María sostiene que les hace “mucha ilusión participar, es emocionante compartir la fiesta del Teatro con una comunidad tan grande, aunque nuestra meta no es el éxito en el festival. Si este llega, bienvenido sea, pero ante quien verdaderamente tenemos que rendir cuentas es ante el público que venga a vernos”. En esa misma idea insiste Pedro, “vamos con la expectativa de hacer disfrutar, de mostrar algo totalmente diferente al año pasado y de hacer sentir emociones al público”.

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