Un TFM sobre transición energética en aviación obtiene uno de los Premios Fundación Hidrógeno Aragón

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Pelayo Menéndez, egresado de la ETSI Aeronáutica y del Espacio de la UPM obtiene este galardón por su “Estudio y modelo de las cadenas productivas de hidrógeno y SAF en la futura aviación sostenible”.

Los Premios Fundación Hidrógeno Aragón tienen como objetivo estimular tanto la investigación al más alto nivel como fomentar el estudio y conocimiento de las tecnologías relacionadas con la utilización de hidrógeno como vector energético, las energías renovables y la descarbonización del transporte y del sector energético.

En esta segunda edición, han distinguido como uno de los mejores Trabajos Fin de Máster (TFM), el desarrollado por Pelayo Menéndez Rodríguez, egresado del Máster Universitario en Ingeniería Aeronáutica (MUIA) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

Su TFM, titulado “Estudio y modelo de las cadenas de producción de hidrógeno y SAF en la futura aviación sostenible”, busca conocer las implicaciones reales que tendría para la industria aeronáutica, en términos de infraestructura, la utilización y el despliegue del hidrógeno y de los combustibles sostenibles a corto, medio y largo plazo, es decir, entender cómo de preparada está infraestructura y si verdaderamente es una solución aplicable y efectiva.

“Para conseguir el objetivo propuesto, desde el primer momento entendí que había que realizar primero un análisis exhaustivo del estado del arte. No solo de la infraestructura de producción, también de las tecnologías en la aeronave, proyectos en marcha, potencial de reducción de emisiones, desafíos, ventajas... Nunca antes se había hecho un análisis de esta envergadura y profundidad que compare la utilización en aviación del keroseno, los combustibles sostenibles y el hidrógeno en diferentes escenarios”, explica Pelayo.

El hidrógeno, necesario para alcanzar la neutralidad de carbono 2050
Con los datos obtenidos, Pelayo construyó un modelo que engloba varios escenarios propuestos en función del porcentaje utilizado de cada tipo de combustible (Keroseno, SAF, H2), en un marco temporal que abarca hasta 2050 e incluyendo previsiones de tráfico postcovid, necesidades de combustible, capacidad de producción, costes totales y unitarios, emisiones y penalizaciones de las mismas...

“Este estudio permite tener una foto absolutamente nueva, completa y reveladora de las posibilidades y las implicaciones que tiene la transición energética para la aviación. Permite revisar todas las ideas en desarrollo en paralelo, verlas al mismo tiempo, compararlas y discutirlas con datos homogéneos y contrastados específicamente”, sostiene el egresado de la UPM.

La principal conclusión a la que ha llegado Pelayo tras sus investigaciones es que “el hidrógeno ya no es solo una posibilidad emergente para la descarbonización, sino una necesidad si queremos conseguir los objetivos de neutralidad en carbono para 2050. Actualmente se presenta el combustible sostenible de aviación (SAF) como la solución más asequible, la cual tampoco está desplegándose al ritmo esperado. Sin embargo, es imprescindible que se cumplan en tiempo y forma los objetivos marcados por las instituciones y auto-impuestos por la industria. Así, aproximadamente un 65% de SAF y un 35% de hidrógeno renovable podría ser la combinación óptima para conseguirlo en 2050. Para ello hace falta mucho trabajo, y compromiso por todos los sectores”.

Estudiar en la UPM, esfuerzo y recompensa
Pelayo, que se matriculó en la UPM para cursar el Máster Universitario en Ingeniería Aeronáutica, cree que su paso por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) le ha servido mucho para consolidar sus conocimientos previos y profundizar en aquellos otros que necesitaba. “Mi experiencia personal es que la UPM es una universidad que exige que des el máximo para conseguir los objetivos, pero que a la vez te permite obtener lo mejor de ti”, reflexiona.

Actualmente Pelayo trabaja como responsable de la gestión de Tecnologías de NGWS dentro del proyecto FCAS (Futuro Sistema Aéreo de Combate) en Indra. Aunque fue en su etapa en Airbus, en el área de Research and Technology. donde pudo comprender las oportunidades que tiene el hidrógeno para la aviación. Decidió presentar su TFM a la convocatoria del premio porque le parecía que “dentro del propio sector del hidrógeno renovable, no se estaba incluyendo suficientemente a la aviación como un sector a tener en cuenta en la ecuación. Se le da como un sector de difícil descarbonización y con limitadas posibilidades para la introducción del hidrógeno como combustible puro por los desafíos técnicos que entraña. Creía que un trabajo como el mío sería distinto al resto y podría tener posibilidades”.

Obtener el Premio 2021 IDOM-Fundación Hidrógeno Aragón al mejor Trabajo de Fin de Máster ha supuesto para Pelayo un reconocimiento a su trabajo, pero también una oportunidad para “dar visibilidad e importancia al hidrógeno renovable dentro de la aviación y a su vez a la aviación dentro del sector del hidrógeno renovable. Ambos deben ir de la mano y encontrar sinergias para que, en 2035, cuando Airbus y otras empresas hayan desarrollado sus aviones, tengan el respaldo de una infraestructura que permita alimentarlos adecuadamente. Los ingenieros aeronáuticos nos jugamos el futuro

 

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