El transporte aéreo es el medio de transporte más seguro, y en gran medida, esto es así, por todo el trabajo que se realiza cuando se produce un incidente o accidente y este se investiga. La finalidad preventiva que tiene que el proceso de investigación de accidentes de aeronaves a la hora de intentar evitar accidentes futuros es el fundamento base con el que se inicia el curso INACCaero (Curso de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aeronaves) de la Universidad Politécnica de Madrid, que alcanza su séptima edición.
La lección inaugural ha corrido a cargo de Ariel Shocron, piloto con 20 años de experiencia y actual presidente del Comité de Análisis y Prevención de Accidentes de IFALPA. En esta primera clase ha trasladado a los alumnos de este curso de posgrado, qué es IFALPA y cómo trabaja para mejorar la seguridad aérea en todo el mundo. “Nuestra misión es interactuar con las organizaciones internacionales para conseguir el máximo nivel de seguridad. Somos la voz global de los pilotos de líneas aéreas y desde nuestra asociación conseguimos que las normativas a aplicar por parte de OACI incorporen la perspectiva de los pilotos”.
IFALPA respalda, desde 2017, a INACCaero, al incluir este curso (único en esta materia en español) en su catálogo de formación de referencia. Los cursos de investigación de accidentes fomentan esa cultura de la seguridad y permiten aprender de los errores, pues el piloto es ese factor humano que constituye en muchas ocasiones el último eslabón de la cadena de la seguridad aérea.
Un curso necesario y muy demandado
En esta nueva edición, se han matriculado 49 alumnos, 30 en la edición semipresencial y 19 en la presencial. De ellos, casi la mitad pertenecen a las Fuerzas Armadas, pues el Ministerio de Defensa apuesta por este curso para formar a sus profesionales en el proceso de investigación de accidentes aéreos, ya que éste incluye aspectos referentes tanto a aeronaves civiles como militares.
“Esta es la séptima edición consecutiva y el interés por esta formación sigue en aumento. Este año se han recibido más de 90 solicitudes de preinscripción, no sólo procedentes del ámbito aeronáutico, sino también del mundo del derecho, el periodismo, la medicina, la psicología, lo que pone de manifiesto que la investigación de accidentes es multidisciplinar, además de necesaria y apasionante”, ha explicado Cristina Cuerno, directora del curso, directora de la Escuela Técnica de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) y vocal de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC).
Esta séptima edición ha comenzado con unos meses de retraso con respecto a sus fechas habituales de impartición en la ETSIAE debido a la pandemia del coronavirus. Las medidas de prevención del contagio van a marcar este curso, como ya ocurre con el resto de la actividad formativa que se realiza en la Universidad Politécnica de Madrid. Y esto ya se ha notado en el acto inaugural, en el que las instituciones y entidades que apoyan este curso no han podido estar presentes en la mesa presidencial. No obstante, han dirigido unas palabras a la nueva promoción de futuros investigadores a través de un vídeo. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM), el Instituto Iberoamericano del Derecho Aeronáutico y del Espacio y de la Aviación Comercial (IIDAEAC), el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) y la Asociación Española de Pilotos (AEP), han coincidido en destacar las interesantes herramientas que se les darán a los alumnos en este curso de cara a enfrentarse a un proceso de investigación técnica, bajo la premisa de “a mejor formación, mejor seguridad”.