La seguridad sanitaria, prioridad de la operación aeroportuaria en pandemia

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La última lección del Curso de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aeronaves de la UPM ha versado sobre cómo ha afrontado Iberia los retos qué implica operar vuelos en tiempos de la COVID-19.

Jesús Elices Kiercheben, Senior Mánager de Estándares y Procedimientos en la Dirección de Operaciones Vuelo de Iberia y comandante de A320, ha sido el encargado de impartir la última lección a los alumnos del Curso de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aeronaves (INACCaero) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en el acto de clausura de la 8ª edición.

 

Jesús Elices en un vídeo promocional de Iberia sobre las medidas de desinfección de los aviones

“El reto de operar seguros en tiempos de pandemia” ha sido el título de la conferencia en la que se ha explicado cómo Iberia ha afrontado este reto sin precedentes y que no solo atañe al vuelo en sí, sino a toda la operación, desde el primer contacto con el pasajero hasta que este abandona el aeropuerto.

El ponente ha comenzado exponiendo un cronograma de los hechos, desde las primeras alertas de IATA en el mes de enero de 2020 hasta la aparición de un protocolo COVID-19 en Iberia, que actualmente ya va por su versión número 17. “Las restricciones de movilidad que comenzaron en marzo provocaron un escenario singular, nunca antes visto, con una caída de la actividad sin precedentes, con la imposibilidad de cumplir requisitos FCL, con la necesidad de hacer vuelos todo carga (corredor sanitario con mascarillas, geles y posteriormente vacunas), con la realización de vuelos inusuales de repatriación, con los ERTES y el teletrabajo”, explica Elices.

En una segunda parte ha enumerado las principales herramientas del protocolo COVID-19 aplicado en Iberia, con un enfoque multidisciplinar, que incluye medidas de distancia social, salud de los trabajadores, medidas de higiene personal, limpieza, desinfección, ventilación, etc. “Este protocolo modifica todos los aspectos de la operación, desde handling a mantenimiento (venta de billetes, facturación, tránsito aeroportuario, embarque, información a bordo, interacción limitada con la tripulación, gestión de los miedos y las expectativas de los pasajeros…) e incluye el nuevo concepto de seguridad sanitaria en la experiencia de viaje”, sostiene.

Para concluir, ha revelado que son muchas las lecciones aprendidas en este período, pero que “el éxito cosechado en la gestión de esas operaciones se debe a la resiliencia”.

Formación específica y necesaria
Durante 9 semanas, los 48 alumnos del Curso INACCAero (19 en modalidad presencial en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio y 29 en modalidad semipersencial) han recibido formación específica sobre proceso de investigación de un incidente o accidente de una aeronave, tanto civil como militar, aprendiendo acerca de su finalidad, normativa, aspectos contemplados, personal que la realiza, datos obtenidos y contribución a la mejora de la seguridad aérea.

Esta 8ª promoción de estudiantes que ahora culmina con éxito el curso está formada principalmente por profesionales vinculados, bien a empresas de ingeniería aeronáuticas, bien a la aviación comercial (siendo pilotos) o bien a las Fuerzas Armadas.

La directora del curso INACCaero, Cristina Cuerno, ha entregado los diplomas de aprovechamiento del curso, agradeciendo que los estudiantes hayan elegido esta formación, “que les ha proporcionado conocimientos y destrezas para llevar a cabo una investigación de este tipo, pero siempre con el entusiasmo y la ética como aliadas”.

AESA, CIAIAC, CITAAM, IIDAEAC, SEPLA y AEP, son las instituciones y entidades que apoyan y respaldan este exitoso curso edición tras edición. En el acto, algunos representantes de dichas entidades han podido estar presentes y otras han transmitido sus felicitaciones a través de un vídeo, pero todos han coincidido en agradecer a los estudiantes su esfuerzo por formarse en esta apasionante y necesaria actividad a pesar de las incomodidades que conlleva cualquier actividad formativa en tiempos de pandemia y han resaltado la importancia de la formación continua, y en concreto, la misión de la investigación de los accidentes, como “aprender para evitar”.

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