Dos estudiantes de ETSIAE finalistas en el BIG Idea Challenge de NASA

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Han presentado un proyecto de FemtoSat en colaboración con la Escuela de Minas de Colorado y la Universidad de Arizona, donde estaban cursando Doble Diploma.

Álvaro Díaz-Flores y José Fernández Moreno, estudiantes del Máster Universitario en Ingeniería Aeronáutica (MUIA) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) estaban disfrutando de una experiencia de movilidad internacional en Estados Unidos en el curso 2019/2020, bajo el convenio de Doble Diploma ETSIAE-University of Arizona, cuando se les presentó la oportunidad de participar en el concurso BIG Idea Challenge de la NASA.

Esta competición anual de la agencia espacial estadounidense, involucra a la comunidad universitaria para que presente propuestas sobre nuevos instrumentos tecnológicos que estudien las regiones oscuras de la Luna. Se buscan ideas innovadoras, nuevos enfoques, demostradores tecnológicos…

Álvaro y José formaban parte del Space TREx Laboratory (Space and Terrestrial Robotic Exploration), dirigido por Jekan Thanga, experto en exploración y utilización del espacio, que a su vez ejercía de tutor del Trabajo Fin de Máster de los estudiantes de la ETS de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE). “Tras pasar la prueba preliminar la universidad de Colorado contactó con nuestro tutor para que diseñásemos y construyésemos un FemtoSat (satélite con una masa inferior a 100 gramos) que pudiera funcionar en los polos de la Luna para demostrar que mediante láser y paneles solares eran capaces de cargar una batería. Las regiones de sombra de la Luna contienen agua y explorarlas requerirá energía en los cráteres oscuros”, explica Álvaro.

Se han encargado del diseño conceptual y preliminar (teórico) del FemtoSat, denominado LASER (Lunar Autonomous Scalable Emitter and Receiver) System. “El FemtoSat mide tan solo 6cm de alto, por lo que nuestro tutor nos recomendó utilizar un TinyDuino, una versión miniaturizada de la placa Arduino. Afortunadamente, en mis prácticas de empresa había realizado un proyecto con Arduino, por lo que teníamos una base con la que empezar a trabajar. Sin embargo, aun tuvimos que documentarnos sobre el sistema de comunicación del FemtoSat, cómo localizar su posición una vez desplegado y los componentes necesarios para suministrarle energía”, explica José.

La primera fase de diseño y desarrollo coincidió con la primera ola de la pandemia, por lo que tuvieron que realizar el satélite trabajando desde casa. “No podíamos acceder a instrumentos de laboratorio que nos habrían facilitado muchas de las pruebas. Una de las mayores dificultades del diseño del FemtoSat fue tener que lidiar con las temperaturas extremas de la Luna, que pueden variar entre 100ºC de máxima y menos de 200ºC bajo cero de mínima, un condicionante que tiene un gran impacto en algunos componentes”, reconocen.

La parte del montaje la tuvieron que realizar otros compañeros del laboratorio, puesto que Álvaro y José tenían que regresar a España al haber terminado el Máster. Pero el colofón final del proyecto fue la presentación online en la final de la competición el 7 de enero de 2021.

“Nos sorprendimos a nosotros mismos al ver cómo hicimos uso de los conocimientos adquiridos en múltiples asignaturas durante el Grado en Ingeniería Aeroespacial y sobre todo del primer año del máster que cursamos en la ETSIAE. Ha sido una forma de relacionar los conceptos y aplicarlos a un proyecto real, algo que durante nuestra época de estudiantes nos parecía muy lejano. Debido a estos conocimientos que ya llevábamos en nuestro bagaje, fuimos capaces de sacar adelante entre dos personas un diseño que en Estados Unidos normalmente desarrollan entre seis o siete, como poco, algo que se puede comprobar comparando con en el número de gente involucrada en los otros equipos de la competición”, afirman los estudiantes de ETSIAE.

Para convertirse en finalistas de BIG Idea Challenge 2020 se requería la realización de pruebas y proporcionar resultados que avalasen una prueba de concepto sólida. El proyecto LASER ha demostrado emisión de energía láser a 30 metros de distancia y detección autónoma de objetivos, así como prueba de supervivencia a impacto del FemtoSat durante el despliegue en la superficie lunar. En sus conclusiones incluyen que la prueba de concepto planteada puede ampliarse para suministrar energía a los vehículos que operan en estos entornos mediante un escalado en potencia y alcance.

No han obtenido el premio al mejor proyecto, pero sí el de mejor colaboración (por el tándem Colorado-Arizona) y el hecho de ser uno de los ocho finalistas, ha permitido que se obtenga una gran financiación para el continuar trabajando en su desarrollo.

El TFM de José consistía en diseñar un subsistema de un satélite para evitar basura espacial. La Universidad de Arizona inició los trámites para patentarlo, pero debido a la pandemia, solo pudimos llevar a cabo el diseño preliminar y actualmente el proyecto está parado. “Ello ha conllevado que ahora esté en búsqueda activa de empleo, aunque entiendo que el sector aeroespacial no está en su mejor momento”, reflexiona. Por su parte, Álvaro continúa ahora sus estudios en Arizona, con un doctorado. “Este proyecto me ha abierto la puerta a hacer el doctorado de manera completamente financiada”, concluye.

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