Un equipo de estudiantes e investigadores de la UPM en la final de un concurso de experimentos para la Estación Espacial China

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El equipo ThermoSlosh ha presentado un experimento sobre control de fluidos en microgravedad al concurso “International Space Science and Scientific Payload Competition”.

Aún está en construcción, pero la Estación Espacial China (CSS, por sus siglas en inglés) Tiangong-3 protagoniza el concurso “International Space Science and Scientific Payload Competition (ISSSP)”, una competición abierta a universidades e institutos de investigación de todo el mundo que diseñen proyectos de experimentación científica para dicha plataforma.

Bajo el lema “Un espacio compartido para un mundo mejor”, el concurso se concreta en dos vertientes: Creative Design of Space Experiment e Innovative Design of Space Payload Experiment. Es, precisamente, en la primera categoría en la que un equipo de estudiantes e investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha presentado una propuesta de experimento que ha sido seleccionada para la final internacional del concurso.

Un proyecto novedoso y de interés
ThermoSlosh, como han bautizado a su experimento, se centra en el control de fluidos en microgravedad, concretamente “en el control de una superficie libre en dichas condiciones de microgravedad utilizando flujos termocapilares y vibraciones. Investigamos la dinámica de superficies al someterlas a distintas excitaciones térmicas e inerciales, para así estudiar la viabilidad y efectividad de nuevas estrategias de control de fluidos con aplicación espacial”, explica Pablo Salgado, docente e investigador de la ETSI Aeronáutica y del Espacio de la UPM, que actúa como portavoz del equipo.

Esta propuesta de carga útil ha convencido al jurado chino y ha sido seleccionada para la fase final. Tal y como reconoce el equipo UPM, único equipo español, “el proyecto resulta de gran interés por dos motivos. Por un lado, el control de fluidos en sistemas espaciales es un área de estudio que aún presenta importantes retos como, por ejemplo, la gestión de combustibles en tanques de vehículos espaciales. Y por otro, proponemos un método novedoso basado en la aplicación de temperaturas y vibraciones controladas de forma activa, con la ventaja asociada de ser adaptable, y que, además, puede armonizarse con estrategias pasivas, clásicas, basadas en baffles”.

Un equipo unido y coordinado
El equipo de la UPM está conformado por cuatro estudiantes: tres del Doctorado en Ingeniería Aeroespacial (Karl Olfe, Úrsula Martínez y Dan Gligor) y una del Grado en Ingeniería Aeroespacial (Isabel Torres) y tres profesores de la ETSI Aeronáutica y del Espacio, que también son investigadores del E-USOC (Jose Fernández, José Miguel Ezquerro y Pablo Salgado) y actúan en el equipo como supervisores. Todos los integrantes del equipo han tenido una trayectoria similar, estudiando en la ETSIAE y desarrollando los TFG, TFM y tesis doctorales vinculados al E-USOC. “Creemos que ese paralelismo en nuestras carreras y la experiencia previa de trabajar en el E-USOC, son dos puntos clave para el éxito del proyecto, pues se convierte en un proceso formativo continuo y simplifica la coordinación, dirección y ejecución del trabajo”.

De hecho, el equipo está trabajando en paralelo en dos bloques, uno de ingeniería y otro de ciencia. En el primero se encargan del diseño preliminar y dimensionado del experimento y del prototipo y su fabricación, mientras el segundo se responsabiliza del análisis científico y del desarrollo de modelos numéricos, procesado e interpretación de resultados.

Sobre la final internacional
ISSP está promovido por: Chinese Institute of Electronics, Beijing Institute of Technology, International Academy of Astronautics, Chinese Society of Astronautics y China Space Foundation.

La final internacional se celebrará entre los días 17 y 20 de diciembre en Foshan (China). Se hará de manera presencial para los equipos nacionales y en formato online para los extranjeros. Los equipos finalistas realizarán una presentación final de 15 minutos sobre su proyecto y responderán a preguntas durante 10 minutos.

El equipo de la UPM afronta la final con ilusión y agradecimiento, pues independientemente del resultado final, esta experiencia es “una oportunidad extraordinaria para nuestro enriquecimiento como investigadores y como equipo. Dadas las limitaciones inherentes a la investigación en el campo de la microgravedad, el concurso es una ocasión única para acceder a una plataforma experimental como es la Estación Espacial China, con el añadido de conectar y cooperar con estudiantes e investigadores de diferentes países”, concluyen.

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