“Todos somos capaces de conseguir lo que nos propongamos. Lucha por lo que te haga feliz"

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Alicia Espinosa, estudiante del Máster Universitario en Ingeniería Aeroespacial en la UPM, arbitra desde esta temporada en la Primera Iberdrola. Nos cuenta en esta entrevista cómo compagina ambas facetas en su día a día.

Alicia Espinosa, madrileña, 23 años y con sus recuerdos marcados por una pelota de fútbol. Desde niña ha jugado al fútbol, pero fue hace apenas cinco años cuando decidió pasarse al arbitraje. Y esta temporada, ha dado el gran salto, ascendiendo a la Liga Iberdrola, la élite del fútbol femenino. Es la segunda colegiada más joven de la categoría, pero los entendidos dicen de ella que tiene un futuro prometedor. Arbitra con determinación, carisma y personalidad.
 
Actualmente, cursa el Máster Universitario en Ingeniería Aeroespacial (MUIA) en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). No llegó a los estudios aeroespaciales por vocación, aunque sí le gustan las materias vinculadas al ámbito STEM y se decanta por la rama más cercana a la aviación (intensificación de Sistemas Aeroespaciales y Transporte Aéreo). Es muy disciplinada, pues el ritmo diario para compaginar partidos, entrenamientos, estudios y trabajo en el sector aeroespacial le exige gran esfuerzo y dedicación.

 

Pregunta.-  Juegas al fútbol desde niña, pero ¿cuándo comenzó tu interés por el arbitraje?
Respuesta.- Desde muy pequeña he estado vinculada al fútbol, casi todos mis recuerdos de la infancia son con un balón en los pies. La pasión por el arbitraje tardó un poco más en llegar. Cuando veía los partidos en la televisión comencé a fijarme en la figura del árbitro, un mundo que para mí era completamente desconocido. Decidí sacarme el curso para seguir aprendiendo sobre este deporte, para experimentar lo que era dirigir un partido y acabé dejando de jugar para dedicarme a ello.

P.- ¿Decidiste estudiar aeronáutica por vocación? ¿Qué te atrae de lo aeroespacial?
R.- Mentiría si dijera que desde pequeña quería ser ingeniera aeroespacial. De hecho, yo diría que cuando era pequeña desconocía que existiera esta profesión en concreto. Sin embargo, sí que es cierto que siempre me han gustado muchísimo las ciencias y, además, siempre me he sentido muy atraída por la aviación.

P.- ¿En el mundo del fútbol sorprende que estés estudiando un Máster en Ingeniería Aeronáutica?
R.- No es que sorprenda en el mundo del fútbol, creo que es un máster que llama la atención en casi todos los círculos que no están acostumbrados a ello, quizás porque es poco común o menos común que otro tipo de máster.

P.- ¿Por qué elegiste la ETSIAE-UPM para cursar tus estudios de Máster?
R.- A pesar de tener fama de ser una escuela muy dura, la ETSIAE-UPM tiene muy buena reputación. Además, ofrece la posibilidad de estudiar el máster habilitante, que era lo que yo quería hacer.

P.- Trabajas en una empresa aeronáutica especializada en optimización y análisis de datos, ¿cuál es tu función?
R.- Trabajo en Cisneria Engineering, una empresa que fundó un exalumno de la ETSIAE. Desarrollamos herramientas software para el apoyo a la toma de decisiones. En concreto, desarrollamos una suite de herramientas que optimizan los procesos de planificación y gestión de las aerolíneas de manera dinámica, minimizando los costes operativos. Mi labor principal es la de desarrollar, implementar y testear los modelos matemáticos que sustentan la herramienta.

P.- ¿Cómo compaginas tus estudios, los partidos y tu trabajo en el sector aeroespacial?
R.- Es cierto que de lunes a viernes tengo poco tiempo libre. Me levanto a las 6:30 para poder comenzar a trabajar pronto, hago la jornada laboral de 8 horas, como y me voy a la universidad porque empiezo las clases a las 16:00. Generalmente, salimos a las 20:15, así que después de clases me voy a entrenar y luego a dormir. Los fines de semana es cuando se celebran la mayoría de partidos, así que suelo viajar.

P.- ¿Cómo has vivido este peculiar primer trimestre de estudios en la UPM?
R.- Realmente, como en 1º de MUIA las clases han sido presenciales, no he notado mucho la diferencia. Al final, lo que más me ha extrañado ha sido el resto de actividades de la vida universitaria como la cafetería, la biblioteca, etc. De todas formas, creo que las personas somos capaces de acostumbrarnos a cualquier circunstancia y considero que los alumnos lo hemos acabado normalizando.

P.- Los campos de fútbol ahora no pueden tener aficionados en las gradas por la pandemia, ¿cómo ha sido debutar en la primera categoría sin público?
R.- El público es una parte fundamental del fútbol y todos queremos volver a la normalidad. Personalmente, no he notado tanto la diferencia porque al final siempre que entro a un campo de fútbol estoy tan concentrada que no presto atención a los agentes externos.


P.- ¿Qué habilidades de las que has adquirido en el campo de fútbol puedes aplicar a la hora de estudiar y viceversa?
R.- Por un lado, en los estudios adquirí mucha constancia que he podido llevar a la preparación necesaria en el arbitraje. Por otro lado, en el fútbol he desarrollado muchas habilidades personales que he podido llevar a cabo en mi vida laboral, como el trabajo bajo presión y la capacidad toma de decisión.

P.- ¿Cuál es tu sueño futbolístico y cuál el aeronáutico?
R.- Mi sueño futbolístico es seguir creciendo y formándome en el mundo del arbitraje, pero, sobre todo, seguir disfrutando de cada partido.
En el mundo aeronáutico, seguir trabajando en Cisneria Engineering para que podamos seguir creciendo.

P.- Tan solo llevas unos meses pitando en la Liga Iberdrola y eres muy joven, pero ya se habla de ti como una promesa del arbitraje español, ¿qué sientes al escucharlo?
R.- Para mí es un privilegio estar arbitrando la Primera Iberdrola y me encantaría poder continuar durante mucho tiempo.

P.- Aeronáutica y fútbol, dos ámbitos que todavía tienen una presencia mayoritariamente masculina, ¿qué le dirías a las jóvenes de tu generación para superar estereotipos?
R.- Estos estereotipos están desapareciendo poco a poco. Todos somos capaces de conseguir todo aquello que nos propongamos así que animo a todo el mundo, tanto hombres como mujeres, a luchar por aquello que les haga felices.

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