La investigación de los accidentes de aviación civil, como medio útil y necesario para mejorar la seguridad aérea mediante la prevención de los mismos, está regulada en el ámbito internacional en el Convenio sobre aviación civil internacional firmado en Chicago el 7 de diciembre de 1944, mediante el que se creó la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Cuenta con dos anexos relevantes, el anexo 13 (Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación) y el 19 (Gestión de la Seguridad Operacional).
En torno a estos dos anexos y a cómo confluyen en el ámbito de la seguridad operacional de las compañías aéreas versó la conferencia de clausura de la séptima edición del Curso de Investigación de Incidentes y Accidentes de Aeronaves (INACCaero) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). “El nexo entre los anexos”, fue el título elegido por Felipe Laorden, manager de Seguridad Operacional de Iberia. Durante su disertación explicó la finalidad del sistema de seguridad operacional (SMS), que incluye “la vigilancia de la operación, la detección de riesgos, la emisión de recomendaciones y el seguimiento de los peligros”. Esto implica tres tipos de procesos, trabajos predictivos, proactivos y reactivos, “con los que intentamos que vuestro trabajo de investigación de un accidente no tenga que activarse”, sostuvo el conferenciante.
Una lección amena y que permite “abrir nuevos horizontes a nuestros alumnos en cuanto a la aplicabilidad de los conocimientos adquiridos en el curso”, ha reconocido la directora de INACCaero, Cristina Cuerno. Esta séptima edición, ha sido seguida por 48 alumnos, 19 en la modalidad presencial y 29 en la semipresencial. De ellos, casi la mitad pertenecen a las Fuerzas Armadas, pues el Ministerio de Defensa apuesta por este curso para formar a sus profesionales en este complejo campo. Otros son pilotos, ingenieros o abogados. Y es que una de las señas de identidad de este título propio de formación continua es el interés y la utilidad demostrada para profesionales de diversos ámbitos. Un enfoque plural que también está presente en las investigaciones de incidentes y accidentes aéreos, pues, en palabras de Felipe Laorden, “es el carácter multidisplinar de cualquier investigación aeronáutica lo que le da validez y soporte”.
Mateniendo la calidad a pesar de las restricciones
El curso INACCaero de la UPM está apoyado por todas las instituciones implicadas en esta actividad en España. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM), la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), el Instituto Iberoamericano del Derecho Aeronáutico y del Espacio y de la Aviación Comercial (IIDAEAC), el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) y la Asociación Española de Pilotos (AEP). Estas entidades han destacado, durante el acto de clausura, el esfuerzo realizado por los alumnos y los organizadores para sacar adelante el curso en el contexto de la crisis sanitaria de la covid19, que ha contemplado todas las medidas de prevención necesarias. “Se ha demostrado resilencia y capacidad de adaptación para mantener los estándares de calidad, un valor añadido a los conocimientos adquiridos”, afirmó José Luis Lozano, en nombre de AESA. Por su parte, Cristina Aguirre presidenta de la AEP, puso en valor “la formación continua, esencial en este contexto de crisis para estar preparados para los nuevos retos”.
El presidente de la CITAAM, el general Molina, quiso destacar en su intervención la otra utilidad de las investigaciones también ligada a la prevención, “hallar durante el proceso investigador otros factores potenciales de riesgo a tener en cuenta para evitar futuros accidentes”. Finalmente, Cristina Cuerno, directora del curso, entregó los diplomas y felicitó a los titulados, esperando que en este curso además de aportarles conocimientos y destrezas, se les haya transmitido “el entusiasmo y la ética, ambas fundamentales en esta apasionante actividad”.